El Buen Kikin.

Su obsesión son el orden y la limpieza, lo cierto es que mi primo Kike es todo un personaje, un personaje bastante excéntrico y quien nos alegra nuestras reuniones familiares con las anécdotas de sus manías. Abogado, no muy delgado, con una sobresaliente, superlativa y exagerada nariz, con mucha parsimonia y elegancia al hablar, adorna cada palabra como en los tiempos del estilo rococó, es el perfecto niño correcto que una madre quisiera tener y a la que también sacaría de quicio. Me pregunto cómo fue cultivando todo esto, quizás en el colegio tuvo un desafortunado pasaje que lo catapultó a ser el Pulcro Kike. Son teorías que vuelan en mi cabeza, no sé en realidad mucho de su vida, él es mucho mayor que yo y ha pasado mucha más tiempo con mi hermano, pero no dejo de reírme con sus historias y sus pequeñas anécdotas. Kike está en alguna parte del centro de Lima y hace una llamada a mi cuñado pidiéndole que por favor le de el número de cliente de un recibo de agua. (Él se está encargando...