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Mostrando entradas de noviembre, 2011

Antípodas. Parte 1

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Te puedes volver una serie de nunca acabar, una serie amorosa que no tiene una última temporada. Muchas personas nunca terminan de poner fin a un ciclo, a una vida y viven reprochándose la suerte de un final maldito. Por el otro lado, a pesar que ella terminó la relación se empeña tercamente en hacer como si nada hubiera pasado, como si fueran amigos, buenos amigos, como que hubiera la necesidad de una llamada o de un mensaje de texto, de tenerse presente de alguna forma real o imaginaria de esas que tenían cuando estaban juntos, cuando se decían invencibles, cuando pensaban que su andar se catapultaba hacia el altar - cuando veas el cielo teñirse de ese color al atardecer, acuérdate que estoy pensando en ti - . Él no quiere que llegue el verano para que ya no haya tardes teñidas con ese color, ya no quiere recordarla, ya no quiere pensar que ella lo recuerda, que ella también quiere saber de él, porque hace que sus ser tiemble, porque después de mucho negarlo aun tiembla, siente cosq

El achilipú.

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Me declaro culpable, culpable por ser participante, en mi época escolar, de lo que ahora llaman bullying y lo que nosotros en el colegio llamábamos nuestro chongo. Culpable por callar sobre el hostigamiento que a diario lo sometíamos a mi buen amigo, culpable por participar en los apanados descomunales que entre todos propinábamos a Jaime, culpable de ocultarle sus pertenencias y nunca decirle donde estaban, culpable de haberle soltado miles y miles de improperios a los largo de la secundaria y quizás también la primaria, culpable de que sin piedad mi puño cayera en su espalda mientras él se cubría para mitigar en algo los golpes que venían por todos lados. Aún no entiendo la gracia de joderme todo el día, está también Tachi que podría ser el lorna, que puede sustituirme, pero que ganas de joderme, de golpearme. Para la próxima voy a agarrar a uno y lo voy a tumbar. Ya falta poco, ya acaba el año. Jaime fue punto de todas nuestras bromas más crueles, fue el punto de toda nuestra