Bienvenidos al magico mundo de Cusco. Día 1
Fue un idea loca que se nos ocurrió hace ya algunos años, cuando todo las ideas solo eran eso, ideas. Hace algunas semanas nos acordamos de ella, de hacer aquel viaje a Cusco que tanto habíamos querido. Era el tiempo propicio, nos dijimos: tenemos la plata necesaria, estamos solos y no hay necesidad de pedir permiso a nadie. El estar solo, se refiere a no tener ningún tipo de relación, amical cariñosa, ni amorosa. El querer viajar estando con alguien implica tener que llevar a tu acompañante de turno y si es imposible llevarla habrá algún tipo de pelea por el hecho de que vas solo con tu amigo a días de diversión sin escrúpulos, es por eso que tanto Jason y yo estábamos libres de aquella traba y antes que alguno de los dos tenga nuevamente enamorada, agarramos un avión y nos fuimos a Cusco, saliendo de la asquerosa sobriedad limeña y de la rutina que encierra una semana común y corriente. Llegamos a Cusco después de experimentar estar en los cielos, descubriendo que en Lima si hace sol...