Encuentros inesperados.

–un libro de Jaime Bayly
-Ahh, ¿te lo han mandado a leer?
- Mmm No, la leo porque me gusta
-Ahhhh y estudias en la universidad
-No, ya la acabé
-Así, que bien (parece interesarle el tema) ¿En que universidad?
-En la Católica
-Ahh que bueno. Yo También me estoy preparando.
-Que bueno
En lugar de alegrarse de que yo, su hijo, hubiese hecho suficientes progresos para ganarle, saboteo el juego y me negó la victoria.1 Sentia la necesidad de preguntarle algo, al menos. Dejo Caraz y regreso al bus.
-¿Dónde piensas estudiar?
-En la Católica.
-Que chévere. -Siempre recibo con satisfacción que alguien le interese estudiar en mi alma mater-
-Si en la Se de Sapiente o algo asi se llama.
-A esa. - Ya no me interesa mucho, es otro universidad -
-Si estoy estudiando en la Pre.
-Que bueno y ... ¿te vienes de estudiar?. ¿Esa universidad tiene pre?. Pero, ¿para qué?
-No, me vengo de trabajar
-Asu estudias y trabajas.
-Si, es lo uncio que me queda.
-¿Y donde trabajas? He tenido fortuna, pienso, cuando estudiaba solo tenía que dedicarme a ello.
-Por Surquillo, en un Call Center.
Dios surquillo, esta al otro lado del mundo, desde ese tramo de la universitaria que estábamos pasando. Tiene agallas de aguantar un Call Center, de contestar todo el día llamadas de personas ,muchas veces, groseras y bastante bestias, luego abrir un cuaderno, estudiar y regresar exhausta a su casa bordeando las diez de la noche.
-Está lejazos. – Le alcanzo a decir.
-Si pues. Baja en la esquina. La Vida es dura. Muy dura.
-Chau suerte.
Sus últimas palabras me quedan dando vueltas en la cabeza. La vida es dura, muy dura, sin embargo me las dijo con una sonrisa en el rostro, como sabiendo que todo lo concluirá de la mejor forma, que aún le quedan fuerzas para doblegar esas vallas que te pone la vida. Me digo, si esa chica trigueña, flacuchenta, no pierde la esperanza por más agotado que se le muestre el día, porque no hacerlo nosotros, que tenemos etapas difíciles pero que nos falta, quizás, aquella sonrisa con la que la señorita contaba lo difícil de su momento.
Nos hemos detenido un momento en una gasolinera. Mercedes aprovecha para ir al baño.1. Cierro mi libro. – Baja en la esquina-.
-Que bueno
En lugar de alegrarse de que yo, su hijo, hubiese hecho suficientes progresos para ganarle, saboteo el juego y me negó la victoria.1 Sentia la necesidad de preguntarle algo, al menos. Dejo Caraz y regreso al bus.
-¿Dónde piensas estudiar?
-En la Católica.
-Que chévere. -Siempre recibo con satisfacción que alguien le interese estudiar en mi alma mater-
-Si en la Se de Sapiente o algo asi se llama.
-A esa. - Ya no me interesa mucho, es otro universidad -
-Si estoy estudiando en la Pre.
-Que bueno y ... ¿te vienes de estudiar?. ¿Esa universidad tiene pre?. Pero, ¿para qué?
-No, me vengo de trabajar
-Asu estudias y trabajas.
-Si, es lo uncio que me queda.
-¿Y donde trabajas? He tenido fortuna, pienso, cuando estudiaba solo tenía que dedicarme a ello.
-Por Surquillo, en un Call Center.
Dios surquillo, esta al otro lado del mundo, desde ese tramo de la universitaria que estábamos pasando. Tiene agallas de aguantar un Call Center, de contestar todo el día llamadas de personas ,muchas veces, groseras y bastante bestias, luego abrir un cuaderno, estudiar y regresar exhausta a su casa bordeando las diez de la noche.
-Está lejazos. – Le alcanzo a decir.
-Si pues. Baja en la esquina. La Vida es dura. Muy dura.
-Chau suerte.
Sus últimas palabras me quedan dando vueltas en la cabeza. La vida es dura, muy dura, sin embargo me las dijo con una sonrisa en el rostro, como sabiendo que todo lo concluirá de la mejor forma, que aún le quedan fuerzas para doblegar esas vallas que te pone la vida. Me digo, si esa chica trigueña, flacuchenta, no pierde la esperanza por más agotado que se le muestre el día, porque no hacerlo nosotros, que tenemos etapas difíciles pero que nos falta, quizás, aquella sonrisa con la que la señorita contaba lo difícil de su momento.
Nos hemos detenido un momento en una gasolinera. Mercedes aprovecha para ir al baño.1. Cierro mi libro. – Baja en la esquina-.
1. Lineas del libro de Jaime Bayly. Y de repente, un ángel.
Feliz Navidad a todos los que leen mi blog, Un abrazo muy grande.
Comentarios
Muy buen post =)
saluditos