Una salida de película

Fue una de las tantas fiestas que fui, pero esta fue la diferencia, pues ahí conocí a dos muy buenas amigas. Era una fiesta de dieciocho años, si como lo leen, dieciocho años, que los cumplía un amigo de la universidad. Era una fiesta con toda la pompa correspondiente, lo iban a presentar a la sociedad. Aunque suene ridículo, muchas familias limeñas aún tienen esa sana costumbre de hacer una fiesta casi elegante a su niñito de casa que se convierte en todo un hombre, sin saber quizás de ya se hizo hombre hace como tres años atrás. Ahí conocí a S y C, dos amigas muy buenas que me acompañaron a esa reunión. Pasamos un gran rato juntos y con S protagonizamos una gran demostración de baile, me entendió a la perfección todos los pasos de salsa que tenía, me acuerdo la canción y lo bien que disfrutamos esa pieza musical. Me seguí frecuentando con C, puesto que ella también estudiaba en la misma universidad, sin embargo a S la deje de ver y escuchaba de ella sólo en ocasiones. Gracias a la ma...