Cartas en reserva 2: Patricia
Estimada Patricia.
¿Como te va? La verdad cada dia se menos de ti, los hecho nos llevaron a esta situación de alejamiento, aunque te confieso de vez en cuando me nace las ganas de darte una llamada o quizás verte un minuto de los miles que nos quedan por delante. Quise romper palitos de una manera desgarradoramente definitiva pero no pude, creo que los años que pasamos juntos marcaron tanto en nosotros que si bien, el amor se hundió a lado del Titanic, necesitamos saber un poco de nosotros y con un simple mensaje saber que aún seguimos en esta tierra.
Debo confesar que algún día quise no verte nunca más creyendo talvez que esa fuera la manera de arrancarte de mi corazón, de borrar el amor que tanto te di un día el cual devolviste con la misma fuerza con la que te lo brinde. Como sabrás no pasó mucho tiempo para mandarte un mensaje o escribirte, te confieso que decidí hacer lo que quería, lo que se me venía en gana, creo que fue unos de los fundamentos con lo que regí mi vida esos meses, hacia y deshacía, y lo que mas queria hacer en esos momentos era hablarte. Claro, mis mensajes no fueron ni largos ni cariñosos, fueron como debían serlo, pero te confieso que quería hacerlos con la misma ternura como un día te llagaron, volver quizás poder reconquistarte, pero sabía que ya estabas con alguien y que ya no me pertenecías.
Recuerdas las veces que pasábamos todos los días juntos, simplemente me parecían excepcionales, creo que nuestra relación estuvo marcado por dos partes, una, el amor que nos teníamos y la otra el momento en que ya todo murió, en la que actuabas por la costumbre y por el solo hecho de no perder y acabar algo que tenías desde hace mucho tiempo, de no acabar los domingos que pasábamos en tu casa tirados como marmotas viendo películas, de tardes de hacer compras junto a tu familia, y de noches de salir simplemente a caminar o salir a ese pequeño espacio antes de entrar a tu sala, sentarnos en el sillón de madera un tanto incomodo, para conversar de todo y cuando ya todo estaba hablado solo sostener tu delicado cuerpo contra mi pecho para hacer de los minutos mas lentos y decirte al oído que te amaba.
Si Patricia todo eso acabó, convertí mis domingos tranquilos y hogareños en días de reposo, de recuperación de la resaca por la juerga sabatina, ya no mas películas en tu compañía, ya no mas preparar canchita en ese cómplice intercambio de acciones dentro de la cocina, ya no mas tus preguntas y comentarios inoportunos dentro de una película, comentarios que teniendo ese importunismos grande me gustaban, ya no mas buscar en tu sillón una postura cómoda para ambos, ya no mas buscar el momento perfecto para esa película, ya no mas.
Aun recuerdo nuestro final, te cuento que la bolsa negra llena de recuerdos que tenía detrás del carro nunca te la quise devolver aunque fui con esa convicción, dentro de mí quería quedármela (cosa que al final hice porque no me pude negar a tus lagrimas) con todo esos tres años de recuerdos, notitas inescrupulosas dentro del salón de clase, cartas, fotos, esa horrible foto que me regalaste y no porque tu salieras horrible sino por el asqueroso fondo que el fotógrafo puso detrás de ti, una pacharacada de aquellas, devolverte los slides que te tome, decenas de slides que te tome para mi curso de foto cuando modelaste exclusivamente para el lente de mi cámara, un peluche tonto que me miraba agarrando la luna, debo confesar que no lo pude tener tanto tiempo en cautiverio así que ahora revolotea en mi escritorio, el recuadro con la primera foto que tuvimos con mi cabello desalineado y tu nada fashion chompa guinda.
Dejaste recuerdos imborrables en mi, me sorprendió que después de mas de un año que te dije adiós estando de los mas relax en mi computadora me llegue un mensaje tuyo disculpándote por los malos momentos que pasé por tu partida, no sabia que te estaba pasando, descubrí después que tu nueva relación había acabado y que estas sola como yo, creeme que es un tiempo necesario y te servirá mucho, es un doloroso stop al amor para saber que a veces es necesario prestarse más atención uno mismo, un lapso que le da más aire al alma. Muy estimada Patricia, si bien el dolor inmenso por la separación me tocó los primeros meses, creo que fue un acierto separarnos, descubrí muchas cosas que no sabía de mi, supe que puedo ir solo por el camino, que tenía fuerzas suficientes para seguir mi camino sin tu mano entrelazada a la mía y seguí descubriendo mas cosas que cegado de amor no podría haber descubierto.
Te quiero mucho y nunca te podré olvidar, escogí este día para darte esta carta porque a veces los doce de cada mes cuando hago una pausa en mi agitado día pienso en que días como hoy estaría pensando en que regalarte o como sorprenderte y también me da escalofríos el tiempo que aun llevaríamos juntos. Guardo recuerdos imborrables que siempre ocuparan un lugar privilegiado en el recuento de mi vida.
Besos Patricia.
Atte.
Raúl
¿Como te va? La verdad cada dia se menos de ti, los hecho nos llevaron a esta situación de alejamiento, aunque te confieso de vez en cuando me nace las ganas de darte una llamada o quizás verte un minuto de los miles que nos quedan por delante. Quise romper palitos de una manera desgarradoramente definitiva pero no pude, creo que los años que pasamos juntos marcaron tanto en nosotros que si bien, el amor se hundió a lado del Titanic, necesitamos saber un poco de nosotros y con un simple mensaje saber que aún seguimos en esta tierra.
Debo confesar que algún día quise no verte nunca más creyendo talvez que esa fuera la manera de arrancarte de mi corazón, de borrar el amor que tanto te di un día el cual devolviste con la misma fuerza con la que te lo brinde. Como sabrás no pasó mucho tiempo para mandarte un mensaje o escribirte, te confieso que decidí hacer lo que quería, lo que se me venía en gana, creo que fue unos de los fundamentos con lo que regí mi vida esos meses, hacia y deshacía, y lo que mas queria hacer en esos momentos era hablarte. Claro, mis mensajes no fueron ni largos ni cariñosos, fueron como debían serlo, pero te confieso que quería hacerlos con la misma ternura como un día te llagaron, volver quizás poder reconquistarte, pero sabía que ya estabas con alguien y que ya no me pertenecías.
Recuerdas las veces que pasábamos todos los días juntos, simplemente me parecían excepcionales, creo que nuestra relación estuvo marcado por dos partes, una, el amor que nos teníamos y la otra el momento en que ya todo murió, en la que actuabas por la costumbre y por el solo hecho de no perder y acabar algo que tenías desde hace mucho tiempo, de no acabar los domingos que pasábamos en tu casa tirados como marmotas viendo películas, de tardes de hacer compras junto a tu familia, y de noches de salir simplemente a caminar o salir a ese pequeño espacio antes de entrar a tu sala, sentarnos en el sillón de madera un tanto incomodo, para conversar de todo y cuando ya todo estaba hablado solo sostener tu delicado cuerpo contra mi pecho para hacer de los minutos mas lentos y decirte al oído que te amaba.
Si Patricia todo eso acabó, convertí mis domingos tranquilos y hogareños en días de reposo, de recuperación de la resaca por la juerga sabatina, ya no mas películas en tu compañía, ya no mas preparar canchita en ese cómplice intercambio de acciones dentro de la cocina, ya no mas tus preguntas y comentarios inoportunos dentro de una película, comentarios que teniendo ese importunismos grande me gustaban, ya no mas buscar en tu sillón una postura cómoda para ambos, ya no mas buscar el momento perfecto para esa película, ya no mas.
Aun recuerdo nuestro final, te cuento que la bolsa negra llena de recuerdos que tenía detrás del carro nunca te la quise devolver aunque fui con esa convicción, dentro de mí quería quedármela (cosa que al final hice porque no me pude negar a tus lagrimas) con todo esos tres años de recuerdos, notitas inescrupulosas dentro del salón de clase, cartas, fotos, esa horrible foto que me regalaste y no porque tu salieras horrible sino por el asqueroso fondo que el fotógrafo puso detrás de ti, una pacharacada de aquellas, devolverte los slides que te tome, decenas de slides que te tome para mi curso de foto cuando modelaste exclusivamente para el lente de mi cámara, un peluche tonto que me miraba agarrando la luna, debo confesar que no lo pude tener tanto tiempo en cautiverio así que ahora revolotea en mi escritorio, el recuadro con la primera foto que tuvimos con mi cabello desalineado y tu nada fashion chompa guinda.
Dejaste recuerdos imborrables en mi, me sorprendió que después de mas de un año que te dije adiós estando de los mas relax en mi computadora me llegue un mensaje tuyo disculpándote por los malos momentos que pasé por tu partida, no sabia que te estaba pasando, descubrí después que tu nueva relación había acabado y que estas sola como yo, creeme que es un tiempo necesario y te servirá mucho, es un doloroso stop al amor para saber que a veces es necesario prestarse más atención uno mismo, un lapso que le da más aire al alma. Muy estimada Patricia, si bien el dolor inmenso por la separación me tocó los primeros meses, creo que fue un acierto separarnos, descubrí muchas cosas que no sabía de mi, supe que puedo ir solo por el camino, que tenía fuerzas suficientes para seguir mi camino sin tu mano entrelazada a la mía y seguí descubriendo mas cosas que cegado de amor no podría haber descubierto.
Te quiero mucho y nunca te podré olvidar, escogí este día para darte esta carta porque a veces los doce de cada mes cuando hago una pausa en mi agitado día pienso en que días como hoy estaría pensando en que regalarte o como sorprenderte y también me da escalofríos el tiempo que aun llevaríamos juntos. Guardo recuerdos imborrables que siempre ocuparan un lugar privilegiado en el recuento de mi vida.
Besos Patricia.
Atte.
Raúl
Pd: Una de las muchas fotos que nos tomamos. La última cancion que bailamos antes de su inminente partida.
Comentarios
En fin, es bueno que puedas recordar las cosas buenas y no las malas al final es importante que estes tranquilo y puedas reconocer cuan importante fue en tu vida.
Besos Raùl.
Uno nunca sabe como va terminar la vida, el amor o que se yo... solo hay que saber ponerse de pie cuando la vida te golpea y seguir avanzando mi querido padawan
Glenn: Si eso lo aprendi muy bien, hay que ponerse de pie cuando la vida te da sendos golpes y seguir, claro maestro joda. Y bueno esas cartas tambien rondaban hasta que decidí que vayan a su destinatario por este medio, claro que me asalto la duda, pero en fin, solo se vive una vez ...
Mucha nostalgia, pequeño saltamontes... pero así se aprende a valorar lo que uno tiene... a abrir los ojos más grande.
Besos
Un abrazo!!
Vane: Creo que de cada capitulo amoroso sacas algo positivo, quizas algun dia ese capitulo acabe pero te habra dejado algo. Besos
Si se deben dar o no las cartas no lo se, quizas en algunas ocasiones tenga sentido, pero en otras ya no. Aunque revolver el baul de los recuerdos de vez en cuando no esta mal.
Saludos
Anonimo: Creo que ya no eres tan anonimo, anonimo, pero al parecer esta carta llego a su destinatario. Y definitivamente era poco fashion. jeje. Si creo que por ahi hay alguno que te vio ... En fin gracias por el coment hibrido.
yo tambien tengo guardadas carats que jams entregue algunas porque me dab roche obviamente y otras porque se lotermine diciendo en la cara... mis arranques de impulso, croe que lo mejro es esntregar las cosas en su debido momento como que ahora entiendo que no pierdes nada intentando decir lo que sientes, es mas creo que es la maner amas facil de saber si todo es reciproco...
saludoos