Ironía
Es valido desnudar tus sentimientos. Aún con la resaca de una noche en donde comprobé lo irónico que puede ser la vida, lo falsete que puede ser una ceremonia y todos los secretos que puede haber tras un cliché romántico, quedé sentado con un pucho en la mano, revestido con corbata y saco para la ocasión con sentimientos encontrados y situaciones que son el polo contrario a lo que detrás de una mascara se vive. Comenzaba la noche y luego de una espera a la llegada de los novios quedé sentado junto a mi amigo, mirando a la chica que había soñado conmigo un sueño, que había llorado con mis letras perderse en ese grupo de chicas que esperan en un bouquet ser las próximas en un matrimonio. Ahí estaba yo, sentado y mirándola como ella entre todas las chicas esperaba ese buque, aun con mi pucho en la mano deseaba con todas las fuerzas que no la agarre, que ese bendito bouquet se pierda entre los aires del local, que se desintegre con algún aire enrarecido, que vaya a manos de otra fémina que no me interese, por la que no tenga un gusto tan desenfrenadamente loco.
Cuando el bouquet estuvo por los cielos, haciendo caso omiso a mis ruegos y pedidos iba tomando una curva marcada hacia ella., poco a poco el bouquet y ella se acercaron de una forma inusitada hasta que en un instante ella lo tenía en sus manos. Con esto comprobé que mientras mas desees que no pase alguna cosa, ten la certeza que va a suceder, que contra todo pronostico sucederá y maldecirás el momento.
Ella tenia el bouquet, yo sentado en mi mesa con corbata, saco y con el cigarro en la mano la miraba, vi como ella se acercaba a su novio, sonreía y ambos miraban el mágico bouquet que lo uniría en un futuro, los amigos a su alrededor los fastidiaban diciéndoles que serian los próximos en casarse, yo seguía con mi pucho en la mano con saco y corbata, sonriendo mas irónicamente, mi amigo que conocía mi idilio me miraba, yo imperturbable con mi cigarro la miraba fijamente, mientras que ella seguía recibiendo las risas de las amigas alrededor. Su pareja sonreía más que ella, ella soltaba sonrisas tímidas quizás por el peso de mi mirada, él dejaba notar su alegría extrema porque ese día el azar le sonreía. Cuando pasaron por mi mesa, ella volteo a verme, yo le asentí con la cabeza y la mire riéndome de lo falso de la situación, de lo irónico de la vida, de lo farsante de un cliché, de lo escondido y sórdido de un amor. Se tomaron fotos con dicho bouquet y me preguntaba como una imagen congelada puede mostrar todo y a la vez nada, puede mostrar una felicidad sin saber que hay detrás de sonrisas y risas, de bouquets, de novias, de amigas.
Detrás de ella estaba mi imagen, del pata con saco y corbata, que tenia un pucho en la mano, que la miraba sin pausas y que ella en un momento de la noche no pude contener las ganas de mirarlo, de sonreírle y de decirle con la mirada que deseaba irse con él, sin importar el fantasioso futuro que le depararía ese bouquet.
Cuando el bouquet estuvo por los cielos, haciendo caso omiso a mis ruegos y pedidos iba tomando una curva marcada hacia ella., poco a poco el bouquet y ella se acercaron de una forma inusitada hasta que en un instante ella lo tenía en sus manos. Con esto comprobé que mientras mas desees que no pase alguna cosa, ten la certeza que va a suceder, que contra todo pronostico sucederá y maldecirás el momento.
Ella tenia el bouquet, yo sentado en mi mesa con corbata, saco y con el cigarro en la mano la miraba, vi como ella se acercaba a su novio, sonreía y ambos miraban el mágico bouquet que lo uniría en un futuro, los amigos a su alrededor los fastidiaban diciéndoles que serian los próximos en casarse, yo seguía con mi pucho en la mano con saco y corbata, sonriendo mas irónicamente, mi amigo que conocía mi idilio me miraba, yo imperturbable con mi cigarro la miraba fijamente, mientras que ella seguía recibiendo las risas de las amigas alrededor. Su pareja sonreía más que ella, ella soltaba sonrisas tímidas quizás por el peso de mi mirada, él dejaba notar su alegría extrema porque ese día el azar le sonreía. Cuando pasaron por mi mesa, ella volteo a verme, yo le asentí con la cabeza y la mire riéndome de lo falso de la situación, de lo irónico de la vida, de lo farsante de un cliché, de lo escondido y sórdido de un amor. Se tomaron fotos con dicho bouquet y me preguntaba como una imagen congelada puede mostrar todo y a la vez nada, puede mostrar una felicidad sin saber que hay detrás de sonrisas y risas, de bouquets, de novias, de amigas.
Detrás de ella estaba mi imagen, del pata con saco y corbata, que tenia un pucho en la mano, que la miraba sin pausas y que ella en un momento de la noche no pude contener las ganas de mirarlo, de sonreírle y de decirle con la mirada que deseaba irse con él, sin importar el fantasioso futuro que le depararía ese bouquet.
Comentarios
Recordar??? Bueno, tal vez para arrancar una pequeña sonrisa por aquello que no fue... pero a la larga el recuerdo es una tortura lenta, casi china que nos nubla el camino de partida... de salida o llegada -depende cómo lo quieras ver-.
Para este post... yo hubiera escogido de canción el último vals de la Orea de Van Gogh...
buen post...
besos
Ahora la pregunta es si ese chico se piensa quedar solo ahí sentado con su pucho, o si va a hacer algo por lo que quiere
Un abrazo
*y no lo digo ironicamente*
Despues de todo del dicho al hecho hay muuuuuuuucho trecho.
Saluditos!!!
Beso pa ti.
Bueno creo que es parte de vida, no? Es parte del pasado y es mejor dejarlo ir, las decisiones de hoy determinaran tu futuro.
3 años despues me case con este chico de la historia, y bueno su ehrmano mayor aun nos e casa XD
pero creo q solo debe de haber sido una coincidencia, las cosas se realizan por hechos, acciones y demas, no por casualidades... ahora falta ver que haces para vencer una simple casualidad.