Sabor y Control.
A mis dulces quinces, mis pasos de salsa eran torpes, el sacar a bailar una salsa me resultaba una tarea titánica, me parecía mucho tratar de seguir el ritmo, tratar de que nuestros pasos coordinaran y al mismo tiempo tratar de no pisar a mi pareja de turno. Intenté por todos los medios de poder tener una naturalidad al bailarla, mi hermano me enseño esos primeros pasos salseros básicos, que se convertirían en mi repertorio repetitivo y monótono en las fiestas. Pies juntos, pie derecho a la derecha, de nuevo pies juntos, pie izquierdo a la izquierda de nuevo pies juntos. Dar una vuelta con ese paso era todo una faena, si lograba hacerla me parecía escuchar a la multitud cual plaza de Acho, abrumarme con un OLE, pero eso casi nunca sucedía. Todo mi cuerpo era un yeso andante mientras que mis pies repetían una y otras vez ese paso.
Tanto fue mi gusto por el sonido de las trompetas, bongos, timbales, maracas, y congas, que a pesar de mi bochorno, sacaba a bailar sin ningún reparo a las chicas, me hacia el desentendido al ver caras largas de las féminas por esos minutos torpes conmigo y con los movimientos de mis pies arrítmicos.
En un fiesta observaba a M, amigo de mi promoción que tiene un don innato para el baile salsero, observaba de él cada movimiento y cada paso que hacia y luego trataba de imitarlo. La fluidez fue saliendo por sí sola, mis pasos se hacían más fluidos y ya tenía una gama más variada de movimientos, vueltas, pasos y mucho sabor. Aprendí con creces el baile, y ahora disfruto cada nota salsera, cada letra y cada swing. Fueron mis primeros acercamientos a esta tipo de música que encanta.
Estando en barranco, dispuesto a escuchar música rock y ochentera, salimos raudos de la discoteca en donde celebramos el cumple de una amiga. Nos dirigimos a un concierto que ofrecería Sabor y Control. La verdad no tenía idea de lo que tocaban, sólo fui, guiado por el seductor movimiento barranquito.
Lo que menos pensé, es escuchar salsa en aquel lugar, siempre había ido y veía cabezas de color gringo moverse al compás de un trance o una electrónica o alguna música pachanguera. Ya instalado con una cerveza en la mano, esperamos a que de inicio el concierto, el sonar de las trompetas dio inicio a ese ritmo de antaño, esa salsa dura que nunca había escuchado en un concierto. Canciones del recuerdo genialmente interpretadas por esta banda que tenía a la cabeza a Bruno Macher, saxofonista excepcional. Quedé perplejo de lo que ellos hicieron en ese local, ese rincón barranquito parecía tornarse a un recinto de los más chalaco y salsero. Esa gente que creí solo ver bailar música trance, se movía al compás de salsas buenas, si bien no tan bien como los chalacos de corazón, pero lo hacian viviendo la música como el más salsero.
Hector Lavoe, Willie Colón, Carlos Estremera y otros, fueron revividos gracias a esta agrupación. Compartí con esa gente pasos de salsa y canciones excepcionales, salsa con un sonido de barrio, de esquina, salsa dura que se reconoce.
Saludo a esta agrupación peruana, que donde va deja estampa de la salsa dura.
Tanto fue mi gusto por el sonido de las trompetas, bongos, timbales, maracas, y congas, que a pesar de mi bochorno, sacaba a bailar sin ningún reparo a las chicas, me hacia el desentendido al ver caras largas de las féminas por esos minutos torpes conmigo y con los movimientos de mis pies arrítmicos.
En un fiesta observaba a M, amigo de mi promoción que tiene un don innato para el baile salsero, observaba de él cada movimiento y cada paso que hacia y luego trataba de imitarlo. La fluidez fue saliendo por sí sola, mis pasos se hacían más fluidos y ya tenía una gama más variada de movimientos, vueltas, pasos y mucho sabor. Aprendí con creces el baile, y ahora disfruto cada nota salsera, cada letra y cada swing. Fueron mis primeros acercamientos a esta tipo de música que encanta.
Estando en barranco, dispuesto a escuchar música rock y ochentera, salimos raudos de la discoteca en donde celebramos el cumple de una amiga. Nos dirigimos a un concierto que ofrecería Sabor y Control. La verdad no tenía idea de lo que tocaban, sólo fui, guiado por el seductor movimiento barranquito.
Lo que menos pensé, es escuchar salsa en aquel lugar, siempre había ido y veía cabezas de color gringo moverse al compás de un trance o una electrónica o alguna música pachanguera. Ya instalado con una cerveza en la mano, esperamos a que de inicio el concierto, el sonar de las trompetas dio inicio a ese ritmo de antaño, esa salsa dura que nunca había escuchado en un concierto. Canciones del recuerdo genialmente interpretadas por esta banda que tenía a la cabeza a Bruno Macher, saxofonista excepcional. Quedé perplejo de lo que ellos hicieron en ese local, ese rincón barranquito parecía tornarse a un recinto de los más chalaco y salsero. Esa gente que creí solo ver bailar música trance, se movía al compás de salsas buenas, si bien no tan bien como los chalacos de corazón, pero lo hacian viviendo la música como el más salsero.
Hector Lavoe, Willie Colón, Carlos Estremera y otros, fueron revividos gracias a esta agrupación. Compartí con esa gente pasos de salsa y canciones excepcionales, salsa con un sonido de barrio, de esquina, salsa dura que se reconoce.
Saludo a esta agrupación peruana, que donde va deja estampa de la salsa dura.
Comentarios
cuanto sueño con esos pasos contagiosos...
y alguien que pueda guiarme en ellos ...
mi tiempo libre esta m muy escaso
agradesco todos tus coemnrarios
siempre me dejan una enseñansa
gracias por todo
cuidate
adios**
a mi me funciona.
clases al 993621327
bailando! je!
Salud.!
Por eso escucho y bailo rock.
Chio: Tambien tengo la idea de bailar salsa con esas miles de vueltas y aprenderme unas cuantas mas ... Chin Pun !
Glenn: Nigún ser humano quedaria como nuestro amigo M.
Yosselyn: Claro diriamos que es un tipo lambada , pero con mas estilo ...
Yosselyn: No te preocupes el tiempo a veces apremia ... Seguire tu blog.
Ms.Peperina kido: Claro recuerdos las fiestas chiquillescas que fuimos juntos, tambien recuerdo haber bailado contigo y pasar un rato bochornoso jeje. Crecimos escuchando salsa.
metódica: Si antes mas que ahora, pero sigue siendo un genero que no desaparecerá.
Nano: Creo que todos comenzamos con el piez izquierda, haciendo movimientos tontos, depues ya todo se torna mejor, y claro con sus refrescantes cervezas. Salud!
Nano: No se si tan drogo que Maradona, pero por ahi le iban. Los dos fueron grandes. Tambien ahora alucino lo rico que seria bailar salsa ...
espero que los valores y lo difundas otorgandolo a cuatro blog, requisitos del premio.