Otro dia mágico con tres Maravillas. Día 3 (Parte 1)

Ya lleno el estomago partimos rumbo a los buses. Lo curioso de esto fue que no había mucha gente en nuestro bus, pensamos que los buses estarían repletos y que iríamos colgados tipo un micro limeño, pero fue todo lo contrario, el viaje fue tranquilo y espectacular, disfrutando cada paisaje, disfrutando cada cuadro incomparable, viendo lo majestuoso de nuestro Perú, cada girar del bus nos descubría parte de la ciudadela perdida de nuestros abuelitos y de verdad que estaba perdida, porque cada vez notábamos lo lejos que lo habían hecho. Me ponía a pensar, que alucinante cargar cada piedra para construir una ciudadela que conocerían algunos y encima que se iba a perder, recontra locos. (LLegada a Machu Picchu)

Ya estábamos ahí, justo ahí, donde tantas veces quisimos estar, en medio de esa maravilla que siempre habíamos visto retratada en postales o fotos, estábamos parados en ese cúmulo de piedras que formaban un ciudad tan majestuosa como su pueblo, tan divina como el cielo mismo y

Los primero que hicimos fue esperar, porque para tomarte foto en dicho lugarcito tienes que hacer una cola, no tan distribuida pero cola al fin. Sí, estábamos hipnotizados por lo bello del paisaje, pero también nos hipnotizó ella, su frescura para tomarse una foto, su sonrisa y su belleza. Nos tocó el turno de tomarnos una foto, foto por allá, foto por acá, payasada por acá, otro también mas allá y cuando estaba dando mi discurso tonto en ese lugar famoso donde se ve todo Machu Picchu, una voz dulce me conversó, era la chica que les hablé al principio, no dude en hablarle y entablar junto con Jason una amena conversación.

Paseamos por cada centímetro de Machu Picchu, sin perdernos de nada, cruzándonos con gente de todo el mundo, tomándonos fotos por doquier, alucinando nuestra propia historia de los hechos ocurridos en la ciudadela y tomándole el pelo a la guía.
Acabamos el recorrido exhaustos pero con la gran satisfacción de haber pisado las ruinas que veíamos en nuestros libros de Escuela Nueva, y en casi todas las láminas de historia de Navarrete, ruinas que por años conocíamos y que la incógnita de cuando iríamos siempre nos perseguía. Ahora era toda una realidad porque mis zapatillas recorrían los mismos pasadizos que miles de años antes fueron recorridos por ojotas de recios incas.
Luego que todo este largo recorrido acabó, buscamos a nuestras f

En el bus, tanto Jason y yo nos sentamos con cada dama, ahí las palabras se extendieron, me gustaba ese arrastrar de palabras que tenía, ese suave hablar para no confundirse, cada palabra me acercaba más a ella, y creo que lo notó, pero al contrario de alejarse, se acercaba, después de varias palabras me sumergía en un beso fuera de serie, un beso que valió los miles de kilómetros recorridos, un beso de otro mundo, un beso de otra dimensión.
.jpg)
Nos quedamos aún en Aguas Calientes con ellas, recorridos esas pequeñas calles y conocimos mas de ellas, donde se hospedaban y el porqué de estar en el Perú. Pasamos con ella toda la tarde, donde supimos que es tocar el cielo con dos bellezas, donde las conocimos en su totalidad, donde maldecimos el caer del sol, donde abrazados con ellas dudamos de lo mortal del momento.
Comentarios